Quinta proyección del ciclo
«Miradas de Cine sobre la Ciudad»
«TECHO Y COMIDA»
9 de Abril de 2017, 19.00 h
Sala Vimcorsa
Queremos mostrar una dura realidad por la que pasa una clase social desfavorecida que vive en la más absoluta precariedad y que se ensaña de manera dramática en las mujeres.
Sinopsis: Jerez de la Frontera, 2012. Rocío, una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio. Vive con a su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses, de modo que el dueño la amenaza continuamente con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales mal pagados y vende en el top manta objetos encontrados.
Conviene saber: La película se adentra en el día a día de una joven indefensa que ha de enfrentarse a la exclusión y la marginación social dentro de un mundo que no le ofrece ningún tipo de expectativas. Sin trabajo ni ayudas y madre soltera, su vida es en una asfixiante lucha por salir adelante en la España de la crisis económica y del derrumbe de los valores.
Destacar la generosa interpretación de Natalia de Molina, que afronta el reto de expresar sin palabras y con rabia contenida, el miedo, la impotencia y la angustia de una madre que se encuentra sumida en el vacío de la desesperación.
Techo y comida es un proyecto financiado en parte gracias a una campaña de crowdfunding, que ha conseguido llevarse diversos premios en el 18 Festival de Cine Español de Málaga, entre ellos el de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN) como Mejor Ópera Prima. Una prueba de la falta que hacía una película modesta y sincera como ésta.
Techo y Comida son dos conceptos superados en occidente,
nuestra constitución los recoge como derechos básicos.
Hablar de gente sin techo y sin comida, es hablar de otros mundos: sobre todo de África, Latinoamérica y otras zonas periféricas.
Nuestro social capitalismo ha erradicado estas faltas de la vida de Europa.
Lo malo es que nos encontramos en España y para colmo en Andalucía, donde rondamos la periferia y sus miserias. Aunque eso pudiera ser sólo fruto del cine y de la imaginación calenturienta de lxs antisistema.
Nuestra Rocio no sabe cómo ha llegado a esta situación en la que le han robado su juventud y sus sueños y la infancia de su hijo y sus fantasías: ambos quisieran ser personas normales, pero no lo consiguen. Le han robado hasta su sexualidad.
Han fracasado y el fracaso no tiene redención, sólo la huida y la desesperación en otro lugar donde no te conozcan.
Rocio compra oro y su hijo sueña con un filete con papas. Solo la solidaridad vecinal es capaz de aliviar tanto dolor y desesperación. Tienen asumido que las ayudas de integración y dependencia, no llegaran, aunque pudiera ser una lotería con más posibilidades que la que le vende la vecina.
En la película no hay buenos ni malos sino una sociedad angustiada a la que le estan quitando sus derechos.
Película de escaso presupuesto, financiación solidaria y una Natalia de Molina, que hace su mejor papel.