Viva es una película peculiar, sobre todo porque siendo una peli que se desarrolla en La Habana, su autores, director y guionista, son irlandeses y la producción también es irlandesa. Parecen irlandeses de la misma Habana.

Una Habana sin mucha luz, bastante lluviosa y un Malecón siempre enfadado.Sólo hay una luz radiante.
Hay un momento en el que Ángel sube a la terraza de su casa, ve una Habana desde el cielo y exclama que está en el barrio más bonito del mundo. Pudiera ser.

Película con tres grandes actores: Jesús, Ángel y la Mama, tres grandes actuaciones en una Habana marginal, que lucha por la dignidad de la diferencia, contra la caverna y sus demonios. Y un montón de acompañantes que bordan todxs su papeles, que hacen ver que no viven en la selva. La solidaridad existe día a día y hace que cada día valga la pena vivir y luchar.

¿Jesús acepta la paternidad como un reto? ¿Por qué el hijo quiere redimir a su padre? ¿por la llamada primitiva de la sangre o porque cree que salvándolo a él, se salvan todxs?

Perugorria completa su historia como actor, en un papel de una bestia ancestral en el que le sobran músculos y le falta cerebro. Contrasta con el homosexual refinado que recitaba a Lezama Lima en Fresa y Chocolate.

La historia de mujer enamorada y abandonada, parece que se va a repetir, porque los personajes como Ángel son constantes, pero no, todo puede cambiar. El progreso social parece que funciona.

Un final espectacular que se monta sobre una canción de Massiel, El Amor, que entre planos de ida y vuelta, en el último numero musical, se lleva a tal extremo que es imposible no llorar.

Viva, ¿por qué?
Porque Jesús ve una revista que se llama Viva, o porque la película es un Viva a la diferencia, a lo extraño, a la «flojera».