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Mujeres del siglo XX
21 de octubre 2018, 19.00 h Sala Vimcorsa
A finales de los años 70, tres mujeres exploran el amor y la libertad en California al tiempo que un adolescente experimenta el paso a la madurez rodeado por estas mujeres, su madre y dos amigas, que le marcarán para siempre. El año es 1979. En Santa Bárbara, Dorothea Fields (Annette Bening) es una enérgica mujer soltera y cuya mayor preocupación es la educación de su hijo de 15 años, Jamie (Lucas Jade Zumann), en una época de rebelión y pleno cambio cultural. Ante la imposibilidad de controlar a su hijo, Dorothea solicita la ayuda de dos jóvenes mujeres: Abbie (Greta Gerwig), una artista de punk de espíritu libre que vive como invitada en la casa de los Fields y Julie (Elle Fanning), la inteligente y provocadora vecina. (FILMAFFINITY)
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¿Mujeres del Siglo XX está totalmente emparentá en tiempo y temática con la extraordinaria La Belle Saison o Un Amor de Verano?
La peli se desarrolla en el año 79 en una pequeña localidad de California, Santa Bárbara, más concretamente en la casa de Dorothea Fields, una extraordinaria Annette Bening.
Una casa abierta en la que entran y salen nuestros personajes, tanto por la puerta como por las ventanas.
Una casa en obras o reparación constante, que no sé si nos querrá decir algo sobre nuestras vidas.
Aunque pareciera ser que el protagonista es Jamie, el hijo de Dorothea, las protagonistas son las tres mujeres que van a educar a este chaval, en su apertura a la vida sexual. Algo envidiable para cualquier persona de mi generación, que fuimos instruidos por curas y monjas. Excelentes expertos en esta materia y en lo que se ponga por delante.
La película es un río de historias y acontecimientos que se nos narran de manera suave y tranquila de tal forma que los 118 minutos que dura se hacen cortos y quieres más
La vida y sexualidad desde una mujer, Dorothea de 50 años, que se cree súper experimentada, hasta la de Jamie, un chico de unos 15 años que mezcla sus ansias de sexo con amor, libertad y con la instrucción de tres mujeres que lo pueden volver loco.
Tiene que defender ante sus amigxs machotes y analfabetos sexuales el placer de la mujer y la excitación clitorial, cosa que le ocasiona más de alguna incomprensión e incluso paliza.
La sublimación de la primera experiencia en un muchacho, la asquerosidad y frustración que nos cuenta la chica más joven en una de las últimas escenas, en una cena donde todos lxs protagonistas se juntan después de haber escuchado el discurso de despedida de Jimmy Carter. A la mayoría le parece patético y a nuestra Dorothea hermoso. Carter habla de que el camino al interés propio y al individualismo es una idea equivocada de la libertad y es la ruta del fracaso.
Un año después vendrá Reagan, la Thacher y Juan Pablo II que acabarán, no sé si con el siglo, pero sí con las ansias de libertad e igualdad que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial.
Dorothea, auténtica mujer del siglo XX, se marchará de este mundo con el siglo que la vio nacer, dice que lo mismo no podría asumir el efecto informático o vital de final de siglo. Una mujer que vivió enamorada de Rick Blaine, nuestro héroe de Casablanca, que nació en un barrio triste, en una casa triste, pero donde la gente era de verdad. Fumaba, no como pose, pero sí como una especie de suicidio programado. Dejará unas acciones de bolsa a su hijo y unas sandalias que daban carácter a una época.