DE NUEVO OTRA VEZ-DOMINGO 9 FEBRERO

Escrito el 27 de enero de 2020
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Romina vuelve a la casa familiar, después de haber sido madre. Provisionalmente alejada de su novio, se refugia en la casa de su madre Mónica, incapaz de tomar una decisión respecto de su pareja. Allí se ve sumergida en la temporalidad de su madre, de ella como hija, e intenta dilucidar qué desea. De visita en Buenos Aires, Romina da clases de alemán, intenta retomar su vida de soltera, salir de noche, conectarse con quien era antes de ser madre. Quiere saber cómo era antes del abrumador amor que siente por su hijo. Necesita comprender quién es, retornando a sus orígenes y reconstruyendo algo de la historia familiar.

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1 Comentario

  1. Marina

    Día 9 de febrero, el mismo día en que nos manifestábamos en Sevilla mujeres de toda Andalucía, recordando a las instituciones que no es posible dar un paso atrás en el proceso de visibilización y escucha de la voz de las mujeres, Cine Cercano proyecta en Córdoba, ya a la tarde, la arriesgada primera película de una directora argentina, Romina Paula, en la que muestra su personal reflexión sobre las identidades marcadas para las mujeres y el difícil proceso de cuestionarlas, o al menos pensar sobre ellas.
    Para esta tarea Romina, directora y guionista, se incorpora al proyecto también como actriz, así como incluye a su hijo de tres años y a su madre real. Graba gran parte de la cinta en su casa familiar y utiliza asimismo fotografías y videos del álbum de la familia.
    La película presenta a una mujer a sus cuarenta años, trabajadora, vive con su pareja y con un hijo de tres, y se siente incómoda y poco satisfecha con la vida que lleva. En ese momento de duda y desconcierto, prefiere parar y volver un tiempo a casa de su madre, con su hijo, antes de tomar decisiones.
    Es una reflexión sobre la maternidad y la necesaria libertad de la mujer en la vivencia de ese proceso. Este objetivo le lleva a mil miradas y preguntas sobre la que ella siente y vive respecto a su hijo, observándolo, mirándolo comportarse con otros, y queriendo distanciarse, despegarse de una dependencia que la ata.
    Toda la película trasmite el deseo de búsqueda, la interrogación de Romina sobre esa identidad marcada que la define como madre y compañera y que ella necesita marcar desde ella, desde su propio deseo.
    Es bellísima la mezcla de lenguas, alemán y español, tradición y emigración; la mezcla de fotos antiguas con el presente detenido de ritmos lentos y en los espacios cotidianos, el baño, los lugares del sueño, de la conversación, del lavado y tendido de la ropa, incluso los estiramientos del salón.
    Me pareció excesivo el uso de los monólogos, todos ellos súper interesantes, pero demasiado intensos. Da la impresión de que la directora pretendía tocar tantos aspectos en esta reflexión sobre identidad y existencia, que se produce un choque en el montaje del lenguaje cinematográfico entre la imagen y el texto tan rápido y acentuado de los monólogos; demasiado texto, demasiados temas, estallaban las costuras o dejaban fuera a quien no llevara ese rápido ritmo.
    Había escenas de su desconcierto, tan claras y comunicadoras (como esos paseos por Buenos Aires en los que cruza un paso de cebra sin saber muy bien qué dirección tomar), que sobraban tantas palabras.
    Tras el visionado, la sala casi se vacía, nos quedamos unas veinte personas y es un momento mágico en el que se hace presente el poder del cine para crear significados, vincular experiencias en cada una de las espectadoras. Gloria coordina magistralmente las intervenciones, iniciando ella la explicación de las claves y simbología que le ha suscitado el visionado ¡por tres veces! de esta cinta. Comunica su entusiasmo y al menos a mí, me aclara puntos que no había valorado; el resto de intervenciones van aportando matices, ampliando, multiplicando las miradas y temas presentes en la peli. Creo que la directora hubiera disfrutado de ver como en el coloquio cada persona enganchó en temas diferentes, la identidad, la orientación sexual, la revolución de las hijas, la maternidad como poder y como dependencia, incluso se hizo referencia a las madres de la Plaza de Mayo…
    Resumiendo, es una obra que respira verdad, autenticidad, realidad cercana y es muy original en la construcción de los tiempos y en los recursos que utiliza. Una mujer que se pregunta y busca una voz propia.
    Salimos muy satisfechos y contentas con la sesión y seguimos caminando y desgranando cada escena, cada palabra… Con deseos de repetir el visionado.

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