Comedia agridulce sobre una ruptura matrimonial.
Una vez que el amor y la atracción han desaparecido tras diez años de matrimonio y dos hijos en común, Romane Bohringer y Philippe Rebbot han decidido separarse. Sin profundizar en las causas, esta pareja en la vida real, protagonistas y directores, nos narran en primera persona su experiencia personal.
Han incorporado al guión una serie de personajes cuyas sucesivas intervenciones aportan una agradecida vis cómica y contribuyen a dotar de frescura la narración. Muchos se presentan ligeramente caricaturizados y aun así sus gags encajan sin chirriar.
Los conflictos y roces que surgen entre los protagonistas, planteados en clave de humor y con un mensaje positivo, nos lleva a la reflexión de que afrontar la crisis conyugal por un camino civilizado, ahorra muchos disgustos. Completada con una buena selección de canciones, la película es en general divertida, y entra fácilmente para invitar a la reflexión sin rechazo ni resistencias.
Esta forma liberal y abierta de entender tanto el matrimonio como la ruptura, tradicionalmente atribuida a los franceses, choca diametralmente con la expuesta en CineCercano hace dos domingos, la forma británica mostrada en Regreso a Hope Gap.
Aforo limitado a 45 personas. Guardar medidas sanitarias anti Covid. Solicitar invitación: cinecercano@gmail.com
La propuesta de título en España, Un Acuerdo Original no tiene nada que ver con el título original, L’ Amour Flou, pero si es un acuerdo o varios acuerdos originales.
La peli nos narra las vidas y desamoramientos de la pareja protagonista, Romane y Philippe, pero en ningún momento de manera dolorosa y canalla, sino de la manera que debería ser normal y no tan original. Una pareja que se han conocío, han sío amantes, han tenío hijxs, deciden separase porque ya no encuentran en el matrimonio lo que les unió y animó durante años.
Pues de la manera más normal deciden separarse, pero respetando lo que más quieren que son sus hijxs y respetándose por ese pasao que compartieron.
Romane sabe que y Philippe es un inútil y que habiéndo sío su compañero, amante durante años y el padre de sus hijxs, no lo va dejar caer. Sólo no sabrá vivir, y el visitar a lxs niñxs ca 15 días, lo llevará a la ruina vital. Tampoco es mu currante y anda escaso de pasibilidades económicas.
Imaginación y ganas de dar soluciones justas y armoniosas pa toxs, hacen que el acuerdo de separación sea lo más original posible. Romane da con las soluciones y Philippe se deja llevar por ella, su monopatín y por su espíritu de guerrillero urbano, marxista-leninista (Pensamiento John Lennon). Es un revolucionario de barras de bar y de amigotes.Un guerrillero de proximidá, desde lo cotidiano, desde el sillón de su casa.
En este Acuerdo Original, toxs lxs secundarixs son parte de la trama y toxs llegan a participar y disfrutar de estos acuerdos. Vecinxs, amantes, familiares, constructorxs, hasta lxs terapeutas. El únicx que no encaja, es el orientador del cole, que le tiene hincha al hijo por tener el pelo largo, será carahuevo?.
Otra vida es posible y lo demuestra la peli. Toxs podemos mejorar nuestras vidas y las de lxs que nos rodean de manera armoniosa, saludable y sostenible, hasta la yerba o marihuana que nos venedan en la calle. Y sobre to en un nuevo modelo de vievienda a compartir
El final de la peli es el más romántico posible, una desboda, una desunión con una desalianza con la que se pometen aceptar ser excompañerxs, exesposxs y estar presentes en la riqueza y la pobreza, en la salú y la enfermedá.
Durante la peli escucharemos a Georges Moustaki con su Les Amours Finissent Un Jour, y al final de la peli con los créditos por medio, oiremos a Romane y Philippe, desmontando la canción.
https://www.youtube.com/watch?v=S9VbxxvQByY
UN ACUERDO MUY ORIGINAL Y TAN ORIGINAL (L´amour flou)
Ante todo quiero decir que me he divertido mucho. Esta comedia me ha servido no solo para pasar un buen rato, sino también para reflexionar y replantearme varias cuestiones.
Está claro que hay escenas muy divertidas y creo que lo consigue entremezclando hábilmente la realidad, las fantasías y los sueños eróticos de ambos protagonistas. Me he reído un montón con las escenas donde ella, la exmujer, fantasea con cada vecino u hombre que cruza en su camino, o donde juega con un consolador al cual se le terminan las pilas y que, además, tiene el cable demasiado corto. También es genial como el exmarido sueña que es el dueño de Playboy -vestido con un albornoz de seda brillante- y que está rodeado de cuatro mujeres.
Por otra parte están muy bien logrados los actores secundarios: la pareja de gays que anheln ser padres, la pansexual inquieta por su reloj biológico, el tutor que proyecta sobre el alumno de larga melena sus propias inseguridades; las dos psiquiatras o psicoanalistas que escuchan por tiempo limitado, pero que no parecen esforzarse por comprender a la pareja que está planteando separarse. También resulta creíble la reacción de las respectivas familias ante la noticia del divorcio tan raro. Y sospecho que los niños están relegados a discretos segundos planos como una forma de preservar el derecho a la privacidad de los personajes reales en los que está basado el guión.
Me ha agradado cómo ambos directores son capaces de contar su propia historia personal, con ironía y con ternura al mismo tiempo y, sobre todo, como se obligan y nos obligan a reflexionar sobre el lenguaje. ¿Se prometen ser fieles? o ¿son leales? ¿ya no están enamorados?, pero ¿se siguen queriendo? ¿hasta que la muerte los separe?¿quién cuidará a quién? ¿quién compite por el cariño de los hijos del divorcio? ¿cuáles son las nuevas reglas de ese nuevo modelo de familia? ¿cuál es el espacio individual y cuál el colectivo? ¿Cómo llamar al espacio común de los hijos? ¿esclusa cerrada? ¿lugar abierto? En fin, que me ha hecho replantearme conceptos como el de los cuidados, el del afecto, y la fidelidad, entendida aquí no en el sentido de exclusividad sexual sino como lealtad y sinceridad.
Quiero añadir que me ha encantado ver esta película en versión original, en francés, y que solo criticaría la traducción del título: un divorcio original no estaría mal, aunque L´amour flou, sería «Amor fluido», borroso, confuso o difuso o embarullado. Reconozco que no debe ser fácil ser traductora y yo no sé si titularlo en español «Un amor embarullado» hubiese sido aún más confuso.
En resumen, una auténtica comedia, con ritmo ágil y banda sonora deliciosa donde solo lamentas que se acabe y que hasta los títulos de crédito finales me han hecho añorar una segunda parte como si fuese otro capítulo de una novela autobiográfica.
Ya solamente me falta dar las gracias al equipo de programación de Cinecercano, una vez más, esta vez por brindarnos la oportunidad de pasar un buen rato, viendo buen cine y, que en esta ocasión, demuestra que la risa es «un arma cargada de futuro» y que reírnos al tiempo que escuchamos tantas risas cómplices es muy liberador.
Gloria Álvarez de Prada