En esta ocasión nos visita Chus Gutiérrez, nominada en tres ocasiones a los premios Goya, para hablarnos sobre el trabajo que hizo con las mujeres de Hansala y la importancia de los referentes. En Rol & Rol explora el papel que desempeñan los medios de comunicación, la publicidad y la ficción en la construcción de roles femeninos y cómo estos modelos afectan a la manera de pensar de la sociedad y a la toma de decisiones vitales y profesionales de las mujeres, y también de los hombres. Una representación menos estereotipada y más real puede influir positivamente en la visualización de la mujer como líder y en la construcción de una sociedad más igualitaria.
Aquí la entrevista que Nati Serena le hizo a Chus Gutiérrez
Para saber mas:
A pesar de la inusual ola de calor, ha venido Chus Gutiérrez. Hemos tenido el privilegio de contar con ella. Chus al iniciar la presentación de su último documental nos ha dado las gracias por el detalle de haberle regalado un abanico rojo -pintado a mano- que la había aliviado de la calorina y añadió que era la primera vez que veía a todos y cada uno de los espectadores provistos de abanicos. Y para mi sorpresa al final del largometraje aparecen mujeres con abanicos rojos. Aunque, es evidente que esta crónica no va de abanicos, sino de la buena acogida que ha tenido la película de Chus.
Antes de la proyección, Carmen Luque, nuestra nueva presidenta de CineCercano nos resumió la trayectoria cinematográfica de Chus. Después la propia directora nos dio unas pinceladas de la génesis de «Rol & Rol», de cómo fue germinando a raíz del rodaje de «Retorno a Hansala». Tras conocer el impacto que supuso para las mujeres de esa aldea del Alto Atlas marroquí, las cuales vieron cómo un equipo femenino en su mayoría era las que llevaban las riendas y pagaban los sueldos. Finalizado el rodaje las mujeres de Hansala decidieron emprender su propia revolución y, por tanto, pidieron y lograron entrar en el Consejo de ancianos de la aldea.
Cuenta Chus que, al enterarse de esta pequeña revolución feminista, decidió embarcarse en este ambicioso documental, aunque se topó con varios obstáculos, entre ellos de algunos productores que opinaron que «otra peli de mujeres sería un aburrimiento». Sin embargo, yo no me he aburrido, ni yo ni las personas que (casi) llenábamos el Patio Blanco de la Diputación.
Me resulta imposible resumir el documental. Solo diré que me ha emocionado el montaje. No solo la estructura en las cuatro olas del feminismo, sino también el relato subyacente de tres generaciones de la misma familia. Chus homenajea a su propia madre y recoge también el testimonio de su hija, la cual afirma que tiene a su abuela como referente y modelo.
Además, de forma muy ágil va mostrando datos y gráficas sobre la presencia de la mujeres en el cine, la publicidad, las artes plásticas, la política y los medios de comunicación. Alternando fotos de su propio álbum familiar, mientras con los testimonios de mujeres que son un referente, entre ellas citaré tan solo a Iciar Bollain y a María Teresa Fernández de la Vega y Nouzha Skalli. Entre otros testimonios esta última, diputada marroquí, explica que en su país según las leyes existe paridad, pero que en la práctica está lejos de cumplirse. Todas las entrevistadas coinciden en que vamos avanzando en la conquista de la igualdad, pero que corremos el riesgo de retroceder.
Al finalizar, Chus respondió a varias preguntas. Reconoció que resulta más difícil montar un documental que una película de ficción, donde le basta seguir las pautas de un buen guion. Añadió que quiso recoger el testimonio feminista de su propia madre, pero que ésta se negó a hablar delante de una cámara, porque no quería recordar ciertos hechos dolorosos. En respuesta a la intervención de un socio, aclaró que sí, que sería útil proyectarlo en los institutos de secundaria e incluso en los primeros cursos de las facultades, añadiría yo. Hubo bastantes intervenciones, cada persona habló de lo que más le había impactado: las mujeres bereberes, la hija de Chus, el descubrimiento de que otra historia del arte es posible y necesaria. La alegría de lo mucho que se ha avanzado en igualdad y la comprensión de lo que aún nos falta. Además, le preguntaron el porqué no entrevistó a algunas de las jóvenes directoras catalanas, a lo que aclaró que le hubiese gustado, pero que fue dificultoso encontrar huecos comunes en las respectivas agendas. En suma, se constató entre las personas asistentes una magnífica acogida de este valiente documental.