La segunda película del V Ciclo Miradas de Cine sobre la Cooperación y la Solidaridad se proyectará en VOSE y para la presentación y debate posterior contaremos con la presencia de Jose Luis Alvarado,
La cineasta tunecina Kaouther Ben Hania, se sirve de un caso real, y se inspira para escribir el guion, en la obra corta de Roald Dahl «Piel» para invitarnos a reflexionar sobre un tema tan de actualidad y tan doloroso como la situación de los refugiados. ¿Qué estaríamos dispuestos a llegar a hacer para salir de esa desesperada situación, como podemos permitir libertad de tránsito para enseres y mercancías, mientras dejamos atrás a las personas, sea su origen el que sea?
El hombre que vendió su piel plantea diferentes debates éticos en torno al mundo del arte y, en particular, a la obra que nuestro protagonista lleva tatuada en la espalda: un gigantesco visado que, paradójicamente, es lo que le ha dado la posibilidad de conseguir un auténtico visado para poder vivir en Bruselas y ganar una fortuna. ¿Hasta qué punto es lícito mostrar a una persona en un museo como si fuera una cosa? ¿En qué se diferencia esto del tráfico de personas? ¿Es válida la humillación y la exposición al gran público a cambio de dinero?
La película resulta original, atractiva en lo visual y Yahya Mahayni hace un trabajo magnífico en un reparto por el que obtuvo el premio a la mejor interpretación masculina en la Bienal de Venecia. Acompañado en el film por Monica Bellucci, fue seleccionado para competir como mejor película extranjera a los Oscar. Nos plantea sorpresas ingeniosas sobre lo delicado que puede ser usar la piel como lienzo, y finalmente, nos depara un final imprevisto.
El hombre que vendió su piel es una película diferente, donde el tema de los refugiados no se limita a la visión de un pobre hombre maltratado por la sociedad, las cosas no son tan obvias. Estamos frente a una historia versátil que nos mantendrá en vilo hasta el final.
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