El título en original, Visages villages, es más poético o juguetón que el adjudicao en español.
El cartel anunciador o portada de la peli, nos muestra a nuestrxs protagonistas Agnès Varda y JR (Jean René) cruzando un paso cebra que nos llevará a conocer Caras y Lugares de otra Francia y de otro siglo.
Nuestros dos artistas y fotógrafxs nos llevarán a ver oficios y pueblos en extinción. Un montón de protagonistas de sus vidas e historias que pasarán a una historia más grande y amplificada como es el cine.
Un pueblo de mineros, casas abandonadas y sobrevivientes de ¿tiempos mejores? ¿Donde el trabajo esclavizaba?. Este pueblo será repoblado de nuevo por sus antiguos y hoy gigantes héroes, en sus antiguas casas. La cara de una de las pocas mujeres será la portada de su casa, que ella mirará triste desde de la acera de enfrente.
Una camarera anónima, se convierte en la mujer estrella del pueblo. Su foto descalza será la atracción principal.
Obreros y turnos de obreros saludándose, y peces en blanco y negro nadarán en las afueras del depósito de agua.
Tres gigantas, mujeres de estibadores vigilarán el puerto de El Havre a corazón abierto.
Pueblos abandonaos llenos de excursiones y familias.
Vienas de pan que se alargan hasta el infinito entre diferentes caras.
Y el más trabajoso y efímero, una foto antigua de Agnès en un resto de búnker de guerra, que durará hasta la marea siguiente.

Caras, paisajes y lugares que se mezclan con conversaciones sobre la vida, los recuerdos de nuestros protagonistas y que en el Louvre homenajean a JL Godard recorriendo sus salas en una silla de ruedas.
Godard, el otro superviviente de la Nouvelle Vague y aún activo, deja su impronta de mal genio en esta película agradable y nostálgica.
Agnès lo comprende y JR le regala una mirada sin gafas de sol. Ojos que veremos borrosos desde los ojos de Agnés.

Esperemos que esta abuela, que ya cumplió sus 90 años, nos siga regalando vida en nuevas caras y nuevos lugares.