Cine Cercano Para Ver La Periferia
Después de nosotros
6 de mayo 2018, 19.00 h Sala Vimcorsa
Después de 15 años juntos, María y Boris se separan. Ella fue quien compró la casa en la que vive con sus dos hijas, pero fue él quien la ha reformado completamente. Ahora se ven obligados a vivir juntos allí, ya que Boris no tiene los medios para pagarse un alquiler. A la hora de hacer cuentas ninguno de los dos quiere dejar de lado lo que considera haber aportado. (FILMAFFINITY)
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Buena presentación en la que ya se insistía en la barbaridad de nuestros traductores, «L´économie du couple» «La Economía de la pareja», a «Después de nosotros» hay un mundo de realidades distantes.
¿La economía del matrimonio?
Peli sobre la angustia familiar en los momentos de separación dentro de una pareja con desigualdad económica.
La precariedad del hombre obliga a una convivencia en la casa familiar, cuando no solo todo está muerto, sino que además hay odio y desprecio.
De lo que se supone que fue la vida idílica de una pareja, que tienen un par de mellizas y han construido su casa a su imagen y deseos, a la tristeza de la soledad viviendo en compañía. Una compañía no sólo no deseada, sino odiada.
De la vida en común a compartir el frigorífico en plan estudiantes.
Casi toda la peli se desarrolla en la casa, sobre todo en la cocina/comedor y el dormitorio de la pareja.
El director nos muestra sus simpatías y antipatías y nosotrxs tendremos que hacernos amigxs o simpatizar con alguno de lxs dos, porque la pareja ya no vale, ya se ha gastado, como comenta la madre de ella. Un producto más de consumo, el amor o la amistad.
Ella tiene amigxs y él enemigxs.
Ella no lo soporta, a él le da igual la situación de ella y no se plantea la separación, no le conviene.
Ella, lo peor, lo humilla y le insulta por su pobreza o precariedad, el se deja humillar o ataca subiendo el coste de la separación. No es fácil la elección.
Dentro de una separación por odiosa que sea, como en cualquier guerra, parece ser que de vez en cuando hay, en vez de daños colaterales, alegrones colaterales, y en medio de tanto odio hay encontronazos o desahogos sexuales que no resuelven nada que no sea ese instante.
Casi al final hay una salida forzada de la casa al hospital, por un accidente doméstico, y ya no volveremos más a la casa en común. La casa matimonial.
Y el final definitivo ya es fuera del ámbito familiar en una terraza o en el juzgado donde una voz en off narra fríamente la sentencia judicial.
La Economía de pareja, el matrimonio, desparece.
Extraordinaria crítica Luis, y genial valoración, como siempre.