Una presentación de Marta Jiménez mu prepará, que se presentó con su currículum de esclava del corazón de maría?. Habló de la directora, sus premios, sus proyectos y nos dejó expectantes pa ver Las Niñas.

La película ha merecío tos los premios que tiene y más. Apostar por el despertar de unas niñas mañas en el año del descubrimiento, en plena modernidá española y ver que esa modernidá es tan antigua como la modernidá franquista es un descubrimiento, que se debe a que por la educación y sobre to en la educación privada y religiosa no pasó modernidá alguna. En el debate salió qué modernidá habrá llegao hoy a esos colegios religiosos, en los que el miedo y el catecismo se oponen a la igualdá y la felicidá.

El principio de la peli, nos pudo llevar a algunxs a recordar proyecciones fallidas. Hay un coro de nuestras Niñas cantando, pero no se escuchan. No, no es un fallo, no, es un acierto de la directora, a Celia, pa que no se salga de tono, la mandan a callar. Ella que gesticule abriendo y cerrando la boca, pero que calle.
Un día la clase se interrumpe y aparece Brisa, una alumna nueva, ya su nombre es distinto, viene de Barcelona. Tiene magnetofón y le gusta Los Héroes del Silencio. Será toa la modernidá posible en ese colegio.
Día a día nuestra Celia irá descubriendo cosas nuevas, su adolescencia, la vida de sus compañeras, de las madres de sus compañeras e incluso de la suya. Es el año de su descubrimiento. También es el año del póntelo, pónselo.
Risas tímidas y silencios que las llevarán a la madurez.
Actos de rebeldía como pintarse los labios pa irse a fumar a un callejón donde nadie las verá, pero son rebeldes, ese día asumirán su proeza.
Conocerá el pecao, que está en toas partes y al acecho constante. La maldá de las mayores y la solidaridá de Brisa.
Celia se confesará diciendo que ha pecao, el cura le dirá en qué mandamiento, y ella no contesta, no sabe cual. pero sabe que es culpable. La obscuridá del confesionario se iluminará con una inmensa lumbre que sale del cigarro que se está fumando el padre cura. Este si que sabe fumar, aunque no se pinte los labios.
Clases de gimnasia donde la profesara le dirá que no sean marimachos y días de cine en el que verán la eterna Marcelino Pan y Vino, Dónde las monjas se duermen y ellas se escapan. Entran en las intimidades del cole y se encuentran al resto de monjas. toas están con la enfermedá del sueño, ni ven la tele ni na, sólo duermen. Será el largo aletargamiento de las órdenes religiosas.

La peli es una dura crítica, a la esta enseñanza religiosa, que aún vive, y que pudiera ser que aún hablen de marimachos y las pelis sigan siendo Marcelino Pan y Vino. Mientras las monjas duerman pa no pecar.
Es tan inteligente esta crítica que se hace en la vida y asignaturas normales, y no en clase de religión que eso ya sería lo fácil pa mandar a toas las Niñas al infierno.

Nuestra Celia se dejará el pelo suelto y cantará aunque desentone. Ese día será más libre y no el mes que viene, que es la fecha que pone su mae a las necesidades de Celia.