Una locura de película, con dos locas entrañables que paso a paso o escena tras escena se van haciendo cómplices para llegar a completarse y cumplir sus anhelos.

Uno de los carteles que hay en esta casa de locas es Ninguno es Normal o Nadie es Normal.

Nuestras Beatrice y Donatella hacen una escapada, en un principio, sólo por placer y en el tiempo que dura, nos irán mostrando sus vidas, sus deficiencias, sus familias y su loca alegría de vivir, que a una le sobra y a la otra falta que le hace.
Loca rica y Loca pobre.
Loca de hablar y Loca de callar.

¿Están locas? ¿qué buscan en su escapada? Un poco de felicidad
La versión de la felicidad de la pobre no son manteles de lino, sino un bocadillo de miga.

Ante el revuelo de la espada de nuestras Locas de Alegría hay una pequeña rebelión, todas se quieren ir.Al salir al patio se preguntan pero ¿dónde vamos?
Para escapar y para rebelarse hay que saber dónde ir o saber que hay otro mundo a la locura cómoda.

Nuestras heroínas saben dónde ir, desde casinos, grandes restaurantes o buscar lo perdido.

Hay un preciso homenaje al cine y a Thelma y Lousie. Se meten en una película y salen pitando en otra de sus huidas con una «máquina» descapotable, pañuelos y alegrías al viento.

Esperemos que al director Paolo Virzi, en otro ataque de alegre locura, nos saque a nuestras Beatrice y Donatella de Villabiondi y las ponga a pasear por esa bella Italia de Cine.