Para recordar que no debemos permitir ningún tipo de violencia hacia las mujeres, y recordarlo en el día internacionalmente establecido para ello, hemos rescatado esta «joyita» de 1975, recientemente restaurada, que su directora, Martha Coolidge, realiza unos años mas tarde, plasmando lo ocurrido en una fiesta durante su etapa universitaria.
La cineasta examina la agresión vivida en carne propia y recrea las circunstancias que la rodearon con un grupo de actores en un destartalado loft de Nueva York. Dispuesta a hablar de su agresión sin tapujos, Coolidge también sabe escuchar, permitiendo a su reparto mantener conversaciones sinceras sobre la psicología y la desequilibrada dinámica de poder inherente al abuso.
Una película pionera sobre la cultura del abuso y sus consecuencias, que sigue hoy tan vigente como entonces.
Entrevista con la directora:
“Creo que fue bueno usar ese formato documental/narrativo, porque significaba que tenía que entenderlo más claramente para mí misma. Tenía que ser capaz de explicar lo que me había ocurrido a otras personas. Fue muy bueno verlo y escucharlo, porque cuando los actores hacen algo, todo se vuelve más real que imaginarlo o repetirlo en mi cabeza. Estás viendo algo que pasa delante de ti y eso lo hace muy real. A veces tienes que interrumpirlo, porque va por mal camino, o porque se está haciendo con tanta eficacia que terminará afectándonos a todos. Creo que el descubrimiento de la película fue adonde nos llevó emocionalmente” (Martha Coolidge).
0 comentarios