Con esta sexta película finalizamos el IV Ciclo de Cine sobre la Cooperación y la Solidaridad financiado por el Departamento de Solidaridad del Ayuntamiento de Córdoba.
Poderosamente humana, la película ilustra con especial precisión los terrores y sufrimientos de una comunidad inerme ante un ejército cruel y muy superior. Un gran abatimiento sobrevuela toda la película, y tiene que ver con la candidez de muchos bosnios ante sus verdugos, la inhumanidad de estos, la impasible frialdad de algunos mandos militares europeos, el propio egoísmo de la protagonista por tratar de salvar a los suyos. Y la denuncia de cómo quedaron las cosas después del horror, Quo vadis, Aida?se inscribe en la mejor tradición del cine de denuncia sobre la eterna herida abierta que siguen siendo los Balcanes.
Si el mes de marzo lo hemos dedicado a las mujeres cineastas y sus reivindicaciones, el de abril lo vamos a dedicar a la Memoria histórica. Poner claramente de manifiesto que no queremos olvidar el genocidio étnico perpetrado por las milicias serbias, que también nos lleva, a las reivindicaciones pendientes aún de esclarecer en España, sobre las víctimas del franquismo.
Para saber mas:
El pasado domingo 3 de abril pude acudir junto a un gran número de personas, llenando casi la sala al completo, al Centro de Recepción de Visitantes para poder contemplar la dura y majestuosa “Quo Vadis, Aida?”, obra con la que finaliza el IV Ciclo de Cine sobre la Cooperación y la Solidaridad financiado por el Departamento de Solidaridad del Ayuntamiento de Córdoba. En este filme la directora, guionista y productora bosnia Jasmila Zbanic nos presenta una cruda obra dramática basada en hechos reales, siendo el primer largometraje que plasma en imágenes el genocidio de Srebrenica (Bosnia) que ocurrió en julio de 1995 durante la guerra de los Balcanes. La película se documenta en el libro “Bajo la bandera de la ONU: la comunidad internacional y el Genocidio de Srebrenica” de Hasan Nuhanovic (2007), tratándose así de una gran elección por parte de CineCercano terminar el ciclo con esta proyección que ha sido presentada por parte de Gracia Nadales, técnica del Ayuntamiento de Córdoba, la cual nos ha invitado a participar en el debate posterior.
De esta manera, en “Quo Vadis, Aida?” asistimos al transitar asfixiante y desesperanzador de Aida (interpretada de forma soberbia por Jasna Duricic), una maestra y traductora que trabaja para la ONU y que se encuentra en Potocari, una base militar de refugiados de la región bosnia de Srebrenica donde más de 25.000 personas han tenido que huir buscando una falsa protección en los cascos azules neerlandeses de la ONU en esta “zona segura” que solo va a servir como primera parada en el camino hacia los campos de exterminio -movimiento denominado `Marcha de la muerte de julio de 1995´-. Este suceso no se trata nada más y nada menos que el mayor genocidio desde la Segunda Guerra Mundial y del que, como podemos comprobar, tan solo nos separan 26 años, lo cual aterra aún más. Cabe señalar que el objetivo principal de esta guerra civil ocurrida en Bosnia-Herzegovina era el de realizar una limpieza étnica y que el punto más llamativo y doloroso es cómo esta se lleva a cabo bajo la paralizada mirada de las tropas holandesas de la ONU.
Una guerra civil que va a estar descrita con cámara al hombro y con el uso de primero planos del angustioso rostro de Aida y por planos generales asfixiantes, demostrando así, una vez más como pudimos ver en sus obras Grbavica (2006 – ganadora de un Oso de Oro) o En el camino (2010), que el silencio es a veces más significante y terrorífico que las propias palabras, siendo así estas obras fílmicas sus primeros acercamientos a los conflictos de la extinta Yugoslavia, ya sean estos sociales, familiares, étnicos, políticos o territoriales.
Zbanic con esta obra es capaz de crear en el espectador una tensión in crescendo mediante el uso inmersivo de los planos y de la propia historia, haciendo así que, además de rompernos por dentro, reflexionemos sobre los horrores de la guerra pero desde un punto de vista que no va a estar idealizado y donde vamos a encontrar numerosos hechos que van a limitar la razón y van a hacer que nos planteemos cuestiones éticas consideradas en un primer momento como contradicciones insalvables, haciendo así que nos convirtamos en unos `voyeurs´ llenos de impotencia ante las imágenes que estamos contemplando. En la historia, Aida ante esta situación trata de usar el poco poder que tiene al pertenecer al organismo internacional para tratar de proteger a su marido y a sus dos hijos. Todo ello llevado a cabo mediante un ritmo lento pero frenético a la vez, al tratarse de una carrera contrarreloj de Aida para salvar a su familia en el que solo vamos a encontrar una ruptura temporal mediante el uso del flashback. Aida se encarga de transmitir esperanza a los refugiados cuando ni ella misma la tiene ya que va a tener que tomar decisiones y desplegar el juicio moral en todo momento; ella no solo es traductora sino que también es esposa y madre y esto va a activar su instinto de supervivencia por encima del su papel de traductora en el refugio, sobre todo ante las falsas promesas y la indiferencia de los altos mandos de la ONU.
Como dato importante cabe señalar que los horrores de la guerra no se plasman en las imágenes, sino que estos ocurren en el fuera de campo pero no por ellos nos vamos a librar de vivir la angustia, no solo de Aida, a la cual vamos a ver gritar, correr, llorar e incluso rogar de rodillas, sino que vamos a poder individualizar ciertas micro-historias de las demás personas del interior y exterior del refugio.
El dolor que vamos a sentir a lo largo de los dos primeros tercios de la película no solo se va a quedar ahí, sino que el final del filme de Zbanic se planta mediante un demoledor epílogo que pese a que parezca que nos deja un momento para respirar nos va a mostrar las consecuencias de la masacre de 8372 personas -sobre todo hombres musulmanes- a manos de soldados serbios dirigidos por el general Ratko Mladic (exjefe de Estado Mayor del Ejército de la República Srpska arrestado en 2011 y condenando en 2017 a cadena perpetua) en una ciudad que había sido declarada ”segura” por Naciones Unidas. Pero aún así, este epílogo final va a tratar de actuar, hasta cierto punto, como mensaje esperanzador y como acto de reconciliación -pero no olvido- de lo ocurrido en Srebrenica gracias a la escena de un colegio donde, de nuevo, Aida va a ser profesora.
Ya en el debate posterior al visionado, hubo bastantes personas que levantaron la mano para pedir el micrófono. Entre ellas, Gloria nos señaló que se trata de una guerra sin tanques ni trincheras donde no vamos a encontrar ni una sola gota de sangre a pesar del genocidio ocurrido. Hubo unanimidad en que es una película dolorosa pero necesaria. Una persona habló de la importancia de la mirada y de que a veces no se necesitan palabras para contar historias ni mostrar sentimientos tan duros y reales. Otra añadió que la función de Aida como profesora era la de crear esperanza, tal y como podemos comprobar al final de la obra. En resumen, en el coloquio analizamos ciertos aspectos llamativos de la obra y tratamos de hacer una reflexión sobre qué habríamos hecho nosotras en estas circunstancias.
“Quo Vadis, Aida?” se trata de una obra que pertenece al cine de denuncia que, en este caso en concreto, va a tratar la eterna herida abierta del conflicto de los Balcanes, siendo este tipo de audiovisuales obras necesarias para no olvidar nunca el pasado y para reconstruir los recuerdos, tratando con ello que no se vuelvan a repetir los mismos hechos deleznables.
La obra, coproducción Bosnia y Herzegovina-Austria-Rumanía-Alemania-Polonia, fue presentada en la competición del 77º Festival de Venecia, siendo seleccionada como sección oficial en el Festival de Venecia y en el Sevilla y nominada como mejor película internacional por los Oscar y a mejor director, mejor película en habla no inglesa por los Bafta y mejor película europea por los Gaudí; obteniendo además el premio Independent Spirit a mejor película extranjera y los premios del Cine Europeo el pasado año a mejor película, dirección y actriz protagonista. Además, podemos comprobar cómo se encuentra entre las mejores películas de 2020 en la plataforma de Filmaffinity, ocupando el cuarto lugar de la lista.
Como señala Aarón Rodríguez Serrano en el análisis de la obra para `El Antepenúltimo Mohicano´, el cual recomiendo leer, el propio título del filme “remite de manera explícita a ese `Quo Vadis, Domine´, que según la tradición preguntó San Pedro a un Jesucristo reaparecido durante el reinado de Nerón. Cita irónica que retumba en un doble sentido: en tanto Zbanic escribirá la historia de las víctimas musulmanas arrasadas en un genocidio étnico, y en tanto ese Cristo/Aida podrá responder, al espectador: `Vado iterum crucifigi´ (vuelvo para ser crucificado una vez más)”.
Por último, he de recordar que si no pudisteis acudir a la cita, tenéis activo el sistema de préstamo de las películas que proyectamos en CineCercano.
Enlace al artículo de Aarón Rodríguez Serrano: https://www.elantepenultimomohicano.com/2021/05/critica-quo-vadis-aida.html