III Ciclo Miradas de Cine sobre Cooperación y Solidaridad
En colaboración con la Delegación de Solidaridad del Ayuntamiento de Córdoba y la participación de la Delegación de Turismo iniciamos el III ciclo Miradas de Cine sobre la Cooperación y la Solidaridad del 8 de Noviembre 2020 al 11 de Abril 2021.
Rike tiene cuarenta años, es una doctora cuyo trabajo exige todo de ella. Zarpa con la intención de aprovechar sus vacaciones anuales para cumplir su sueño de navegar sola desde Gibraltar hasta Ascensión, una pequeña isla tropical en medio del Atlántico. Su deseo de unas vacaciones sin preocupaciones parece estar llegando a su fin, después de una tormenta, su aventura se convierte en un desafío sin precedentes cuando ve cerca un barco de refugiados gravemente dañado y desesperadamente sobrecargado. Más de cien personas se enfrentan a ahogamiento. Rike intenta organizar la ayuda, pero siente cada vez más que el humanitarismo se ha deteriorado hasta convertirse en una mera ilusión. La película de Wolfgang Fischer describe una lucha por la supervivencia en el mar que hace palpable la crueldad de la situación para las personas en una situación desesperada cuyo destino es determinado por otros.
Queremos mostrar el dilema ético que la Europa bienpensante debe resolver por encima de la indiferencia e incluso el cinismo de las autoridades.
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Más información:
Cine Maldito
Cine Europa
Filmaffinitty
Aforo limitado a 45 personas. Guardar medidas sanitarias Covid-19
Solicitar invitación: cinecercano@gmail.com
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Styx, empieza con un árbol seco y después se enfoca a un mono, ya imaginas que el mono iba a coger un hueso y al compás de Así habló Zaratustra , empezaría la pesadilla de la violencia en nuestra sociedá. Pero no, el mono se pasea juntos con otros colegas tranquilamente por el Peñón de Gibraltar. Tiene sus derechos y libertades en esta colonia de nuestra Andalucía.
Nos vamos a otra secuencia en la que no se sabe por qué, podría ser por exceso de velicidá y de alcohol, un coche se sale de la carretera y se estrella. Es de noche y el ruido hará saltar las alarmas y en menos de cinco minutos hay un despliegue de medios y ayudas impresionantes. bomberos, policía, ambulancias, médicxs…
Este conductor tiene los derechos de atención inmediata y sanitaria para tener una vida digna.
Volvemos a Gibraltar y una mujer, la médica que atendió el accidente en Alemania, la vemos preparar su viaje en un velero. Carga comida, bebida, y todo lo necesario para un viaje placentero en busca de uno de los paraísos del Sur: La isla Ascensión.
Paralelamente un grupo de personas africanas estarán preparando otro viaje, sin tanto avituallamiento para poder llegar a su paraíso del Norte.
Rike, nuestra médica protagonista, zarpa al océano y nos dará unas clases de navegación a vela, de cómo se divierte en el mar y las conversaciones que se tienen con embarcaciones que comparten el espacio, deseándose las mejores travesías. Hasta una tormenta sufriremos y después vendrá la calma, para más tarde llegar a la situación más tremenda que se haya encontrao en su vida.
Una embarcación pesquera aparece en su ventana. Intenta comunicarse y no hay señales, pero ella ve el barco varao y con multitud de personas haciendo señales y pidiendo ayuda.
Intenta comunicar y es imposible. Llama a la embarcación con la que habló hace días y con la Vigilancia Marítima. Le recomiendan que se aleje del problema, que puede provocar «efectos llamada» y sería peor. Su seguridá es lo más importante. Su cercanía hace que vea un cuerpo en el agua y lo rescate, se trata Kingsley, un jovencito exhausto, agotado y ya apunto de morir.
En el pequeño velero tendrán que convivir Rike y Kingsley, ambos iban buscando sus paraísos y ahora comparten miedos, angustias y abandonos.
Salvar o morir todxs?
Rike insiste en el auxilio y no encuentra respuesta. El mercante con el que habló conoce la situación, pero su compañía impide los rescates. Y si lo hiciera se jugaría su empleo. Un empleo por cientos de personas. Son canallas ya las leyes del mar.
No, no hay ayuda, sólo muerte y desesperación. En un acto de impotencia Kingsley empieza a echar botellas de agua al mar y les va poniendo nombres, los nombres de sus compañerxs de sueños y utopías.
A nuestra protagonista sólo le queda una oportunidá, comunicar que su barco se hunde, es blanca y tiene derechos. Imaginamos que perderá su barco, su trabajo y lo que tenga, pero salvará su dignidá.
Nosotrxs en la sala íbamos perdiendo lágrimas y asumiendo que cada día en los diferentes Styx, esos ríos que separan los mundos de lxs vivxs y lxs muertxs, el norte y el sur, seguirán existiendo.